para Martin
De Kalmar ya hablamos el año pasado en este blog. Hemos vuelto con ocasión de su famoso y masivo triatlón Ironman Kalmar. No es que yo sea un deportista eximio. En realidad es uno de mis hijos quien nos sorprendió un día al decirnos que se estaba entrenando para la prueba de triatlón de Kalmar.
El Ironman de Kalmar
Así que de nuestras reflexiones sobre el ne quid nimis del pasado domingo, el adagio que elogia la mesura, pasamos a desmentirnos con la narración de la desmesura deportiva. Al menos para quienes caeríamos fulminados si lo intentásemos.
Así es, si tenemos en cuenta que desde hace algunas décadas se junta en Kalmar una selecta multitud de apasionados deportistas (mil ochocientos y pico tomaron este año la salida) no para una maratón, no para competir en bicicleta, no para una prueba de natación. Todos ellos vienen a Kalmar de todos los continentes para lanzarse en masa a nadar 4 kilómetros en el mar y al salir del agua subirse a la bicicleta y pedalear 180 kilómetros y, nada más dejar la bicicleta, ponerse a correr 42,2 kilómetros (distancia clásica de la famosa leyenda del soldado Filípides): http://ironmankalmar.com/
Todo ello alrededor de Kalmar y con la extensión de la prueba ciclística a la isla de Öland.
Para amigos y familiares hay algo de ejercicio, al menos el de andar de aquí para allá para verlos pasar y localizar al pariente o al amigo cuando pasa.
De los participantes, sólo poco más de veinte son profesionales, los demás son amateurs con edades que oscilan entre los 18 y los 70 años, hombre y mujeres.
Seguir a los participantes y darles el refrigerio energético en el punto de reavituallamiento durante el recorrido ciclístico se convierte también en una pequeña prueba deportiva para amigos y familiares. Pero el sol luce y el ambiente es a la fiesta.
La cosa ha comenzado a las siete de la mañana cuando se han lanzado al agua. La meta cierra a las once de la noche para los últimos rezagados del maratón (a mi modo de ver los más admirables de todos) que llegan, aunque sea renqueando, en un ambiente de jolgorio generalizado. Algunos esforzados perseverantes cruzarán la meta caminando, tras casi dieciséis horas de superación personal.
En un intermedio de la espera, nos retiramos un rato para tumbarnos en la hierba del parque del castillo.
Las calles, los cafés, los restaurantes, los hoteles y hostales y los campings de Kalmar y de Öland están a rebosar. Durante todo el recorrido el público anima a los esforzados participantes. Hay música y hay ruido de tambores. El speaker se desgañita en el micrófono.
Frente a la catedral de Kalmar está la meta de llegada entre las tribunas de los VIPS. Frente a su fachada termina la prueba. Los profesionales la concluirán con marcas de entre ocho y diez horas. Los amateurs con medias de entre once y catorce horas.
Curiosidades de Kalmar
La catedral de Kalmar, barroca, una de las más grandes de Suecia. Se proyectó con una enorme cúpula, y se concluyó sin ella a mediados del siglo XVII porque se agotó el presupuesto.
Al castillo, a pesar de su larga historia de añadidos y reformas, no parece faltarle nada para poder embrujarnos con su silueta.
En la plaza junto al hotel de los francmasones David sigue matando a Goliat, como símbolo de la liberación del dominio danés a cargo de las tropas de Gustav Vasa con el apoyo decisivo del pueblo en su rebelión contra la corona de Dinamarca en 1523.
Pero, como ocurre a menudo (suena actual), el pueblo depone a un tirano para echarse encima otro. En definitiva, el resultado fue más bien un “quítate tú para que me ponga yo”, porque de aquella libertad que los bajorrelieves celebran no quedó nada cuando este rey se convirtió en un tirano explotador de los campesinos, a quien no le bastaba con los bienes eclesiásticos confiscados gracias a su oportuna conversión a la reforma luterana.

El pueblo se libera.”Lo mejor es ser libres”. Fuente monumental a la victoria de Gustav Vasa. Nils Sjogren. 1928. Kalmar. Foto R.Puig. (2)
Cuando en 1542 los habitantes de la región de Småland se rebelaron contra el despótico monarca la represión fue pura y simplemente un genocidio. A los rebeldes se les empalaba al borde de los caminos.
http://www.verbalissimo.com/main/offers/inscriptions/europe/sweden/f_kalmar_vasa.htm#Commentaire
Puede que sea esa la razón por la que para leer la minúscula placa metálica que suponemos señala el nombre de Gustav Vasa y del autor de la obra, hay que remangarse los pantalones, quitarse los zapatos y meterse en el agua de la fuente. Cosa que no hice. En las páginas web que tratan oficialmente de Kalmar y de su fuente es imposible encontrar nada sobre el escultor y sobre la historia de la fuente y se ignora que la obra representa no a un guerrero sueco genérico sino al bíblico David y que el vencido no era danés sino filisteo.
El llamado Vasamonument lo realizó Nils Sjögren (1894-1952) en Roma en 1928, en bronce, durante el año que estuvo en Italia con una beca. Para su planta hexagonal, sus bajorrelieves y sus columnas centrales coronadas por una escultura se inspiró en las fuentes renacentistas italianas.
Había estudiado también en París con Antoine Bourdelle y fue contemporáneo de Carl Milles, aunque, a pesar de algunas similitudes, no llegó a las audacias expresionistas de este su más famoso colega. En Suecia Nils Sjögren es famoso por las fuentes monumentales que le recuerdan en varias ciudades.
Nybro y Pukeberg
Nos tomamos un descanso en Nybro. Paseamos por los alrededores del camping donde nos alojamos en una pequeña stuga. Este camping es recomendable por su paisaje y su calma, aunque no por su limpieza (parece que a partir de mediados de agosto la administración está con ánimos de apaga y vámonos).
Deambulamos entre las casas tradicionales del barrio adyacente.
Y finalmente visitamos la antigua fábrica de lámpara de cristal de Pukeberg donde aún trabajan algunos diseñadores y artesanos del cristal sueco.
Tras la reciente quiebra de Orrefors aún subsiste la fábrica de Kosta. Pero la fabricación de las famosas piezas de cristal parece irse reduciendo a pequeñas empresas o al trabajo de los artistas autónomos del Glasriket (el reino del cristal), amplia comarca de la región de Småland sembrada de talleres por todos sus pueblos:
http://www.glasriket.se/en/Glassworks/
En toda esta zona se puede ver también a los artesanos trabajando el cristal
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=j_BIiFQ0LtU
Y en algunos sitios, como en Kosta, te invitan a soplar el vidrio.
Pero se nota otro tipo de soplo, el de un vientecillo fresco; así que con el presentimiento del otoño nos despedimos de Småland.
