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Convergencias de arte y literatura: Francis Bacon y Thomas Bernhard. La compasión despiadada

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Francis Bacon. Triptico Mayo Junio 1973. Detalle. Coleccion particular.

Francis Bacon. Tríptico Mayo Junio 1973. Detalle. Coleccion particular.

Dedicado a José Manuel Álvarez Enjuto, profesor de la Facultad de Bellas Artes de Altea y responsable del Área de Estética y Teoría de las Artes

Hace más de veinte años y durante bastantes fui haciendo acopio de las obras de Thomas Bernhard, en ediciones en francés y en castellano. Exploré su universo mental y sus obsesiones, expresión de una parte del alma, la de la desesperanza y el agobio de aquellos a quienes la vida o la literatura sitúan en contextos opresivos. La lectura del austriaco me atrapaba y, una vez dentro de una obra suya, necesitaba agotarla para poder separarme de ella.

Por esa misma época había descubierto la pintura de Francis Bacon. Con motivo de mis viajes, visitaba cualquier exposición suya que se me pusiera a tiro y coleccioné catálogos de las mismas y obras monográficas que tratasen de su obra. El resultado es una estantería muy nutrida de volúmenes dedicados a su obra, ideas y técnica, entre las que destacan las nueve entrevistas que concedió a David Sylvester desde los años sesenta hasta pocos antes de su muerte.

Paulatinamente, al tiempo que leía las obras de Bernhard y analizaba la pintura del irlandés, di en pensar que entre ambos, más allá de las distancias temporales y geográficas y de que nunca se encontraron, había notables afinidades creativas. Había algo que les hermanaba. No en la similitud de sus personas, pues fueron bien diferentes, sino en la sensibilidad que mostraron para captar las angustias y distorsiones de las vidas de los europeos de su tiempo, la opresión emocional y moral que por un motivo u otro había cubierto la vida de muchos y en cierto modo había desencadenado las  propias tensiones expresivas del escritor y del pintor.

Tomas Bernhard.

Thomas Bernhard.

Francis Bacon del Catalogo de la exposición del Centro Pompidou en 1996.

Francis Bacon del Catalogo de la exposición del Centro Pompidou en 1996

Sus acentos eran diferentes pero la atmósfera de sus obras era similar.

Me propuse escribir algo largo al respecto e iniciar un proyecto sobre esas “vidas paralelas” pero con el tiempo he ido aparcando la empresa y sé que no verá la luz.

Por eso, hoy, en el blog, extraigo algunos textos de Thomas Bernhard y los acompaño de obras de Francis Bacon. Las afinidades me parecen profundas. Puede que alguien acabe trabajando sobre ello.

Si he de resumir la distante convergencia de ambos, me parece que lo que les aúna es su inmisericorde compasión en la descripción del ser humano.

 

De las obras de Thomas Bernhard

Todos nos extinguimos siempre, pero lo vemos en los menos, porque no queremos verlo o porque sencillamente no nos tomamos el trabajo de verlo, pero de hecho yo siempre he visto extinguirse a Koller. Extinguirse solo, y finalmente abandonado

Thomas BernhardLos comebarato (Die Billigesser), traducción de Carlos Fortea, Cátedra, 1989

Francis Bacon. Cabeza. 1948. Coleccion Richard S.Zeisler. N.Y.

Francis Bacon. Cabeza. 1948. Coleccion Richard S.Zeisler. N.Y.

En los últimos meses se han matado tres antiguos compañeros de estudios, que fueron mis amigos y me acompañaron casi toda la vida con su arte y que, realmente, hicieron posible incluso mi propia existencia.

Los tres tuvieron que sustraerse a la vida por desesperación, al ver que el mundo no tenía órganos de percepción ni capacidad de percepción que correspondieran a ellos y sus artes y sus ciencias

Los sustraídos, en El imitador de voces (Der stimmemimitator), traducción de Miguel Saénz. Alfaguara, 1985.

Francis Bacon. Dos figuras en la cama con asistentes. Triptico. 1968.Panel central. Coleccion particular.

Francis Bacon. Dos figuras en la cama con asistentes. Tríptico. 1968.Panel central. Colección particular.

Nos asombramos de vivir aún… de existir aún, de atrevernos a existir otra vez, de no haber desaparecido con nuestros padres, eliminados del mundo… sin entender todavía la transformación… Habíamos estado dispuestos a morir…

Yo era un número monstruoso de existencias, un número monstruoso de ‘posibilidades’ de existencia devastadoras y que lo significaban todo… las que andaban y las que parecían andar, brincaban, saltaban, se quedaban fulminantemente quietas, medio locas… fui todas las existencias existentes juntas, fui…

Amras, en Relatos, traducción de Miguel Saénz. Alianza Editorial, 1987

Francis Bacon. Pintura 1946. MOMA Nueva York.

Francis Bacon. Pintura. 1946. MOMA Nueva York.

Y decimos tranquilamente ‘pensar’ cuando no se trata de pensar, y decimos tranquilamente ‘entendimiento’ cuando no puede tratarse en absoluto de entendimiento, y decimos tranquilamente que se trata de todos los ‘conceptos’ de los que no puede tratarse en absoluto. Sólo por el hecho de que calificamos las acciones y las cosas como acciones y cosas que esas acciones y cosas no son en absoluto porque no pueden ser en absoluto esas acciones y cosas, avanzamos, sólo por ello, dice Oehler, resulta algo posible, y por consiguiente todo resulta posible.

Andar (Gehen),en Relatos, traducción de Miguel Saénz. Alianza Editorial, 1987.

Curiosamente, tras haber percibido estas afinidades, leí algo que Miguel Saénz , el principal y más conocido traductor de Bernhard al castellano, había escrito en su biografía del escritor.

Mi intuición no parecía descaminada:

Sólo había un pintor al que Bernhard consideraba su contemporáneo, que parece evocar en algunas escenas de Helada y al que cita expresamente en La Calera: Francis Bacon

Miguel Sáenz, Thomas Bernhard. Una biografía. Madrid, Ediciones Siruela, 1996

Los textos de Helada en que Bernhard retrata a un pintor obsesivo son elocuentes. A continuación presento una breve selección.

Hoy me ha explicado cómo, durante cuatro meses, había probado a pintar una mano. Después, pasados esos cuatro meses, había quemado el cuadro

‘El cuadro no era malo, pero la mano no la había conseguido. Por otra parte, desde entonces, pinto de forma muy diferente. Contrariamente a otros pintores que necesitan locales claros, yo sólo podía pintar en habitaciones oscurecidas. Es necesario que haya sombra, sólo entonces puedo pintar. En la obscuridad total. Ni la menor traza de luz debe penetrar. Pero ahora no pinto más’

Antes de comenzar un cuadro, deambulaba días enteros por la ciudad, de café en café, de barrio en barrio, a veces, pasaba las horas viajando en trolebús, en tranvía o en autobús, de un término al otro.

Francis Bacon. Tríptico Mayo Junio 1973. Detalle. Colección particular.

Francis Bacon. Tríptico Mayo Junio 1973. Detalle. Colección particular.

‘A veces me reposaba en algún wáter público, dice, y en ese lugar me cambiaba. Me cambiaba tres o cuatro veces al día, llevaba siempre en mi saco tres o cuatro ropas diferentes, para poder cambiarme a cualquier hora. Pasaba tardes enteras en las estaciones mirando pasar hombres y trenes. Las estaciones, y sobre todo las viejas estaciones espantosas han ocupado, para mí, un espacio importante de mi vida, desde mi infancia’

Después, regresaba, cogía el ascensor y subía al estudio, directamente, al corazón de las tinieblas. Mientras pintaba, sólo él podía ver su cuadro, puesto que estaba en sombras. Antes de comenzar desconectaba el timbre, cerraba todo, se desvestía quitándose incluso la camisa

Francis Bacon. Triptico. 1983. Galería Marlborough..

Francis Bacon. Tríptico. 1983. Galería Marlborough..

‘Poco a poco, solamente, me daba cuenta, dice, que no lo había logrado. Que una vez más, no había sido más que un ensayo de algo que me había tratado como a un perro, ¡que no era nada, nada, tres veces nada!’

‘Mis cuadros siempre han tenido críticas favorables, salvo la mía, dice. En el fondo, nadie tiene verdaderamente sentido crítico, y hoy en día las gentes que se ocupan de las artes están desprovistas de sentido crítico más que no importa qué época. ¿Será que yo estaba irritado por la falta de sentido crítico de los críticos y que por este motivo no he llegado nunca a ser un buen pintor?’

‘los artistas son los hijos y las hijas de lo odioso, de la impudencia original, son las archi-hijas y los archi-hijos de la lubricidad, los artistas, los pintores, los escritores, los músicos son sobre esta tierra seres obligados al onanismo, son esos centros repugnantes de crispación, esas periferias  de absceso, esas cohortes de procesos purulentos… Quisiera precisar incluso: los artistas son los grandes vomitivos de nuestra época, han sido los mayores, los más importantes vomitivos’

Francis Bacon. Estudio de cuerpo humano. 1949. National Gallery of Victoria, Melbourne

Francis Bacon. Estudio de cuerpo humano. 1949. National Gallery of Victoria, Melbourne.

‘¡Ah! Mire, las noches son mi martirio, las acorto observando mi cuerpo: me siento ante el espejo y me contemplo. No se puede, desde luego, rumiar y tragar pensamientos calificados como sublimes. Ahora me limito a largas sesiones de contemplación. Es la única satisfacción que me queda, eso calma el dolor, la cabeza no se rebela, el calor y la excitación se mantienen estacionarios. Así es como consigo atravesar la noche hasta el final, hasta el final de esta horrible desesperanza que aparece sobre los muros que araño con mis dedos’

Gel, traducción de Josée Turk-Meyer y Boris Simon, Gallimard, 1967,(la versión a partir de esta edición francesa de Frost es mía)

De las palabras de Francis Bacon

Finalmente, pienso que vale la pena escuchar algo de las extensas explicaciones de Francis Bacon sobre su obra. Son extractos de las dos últimas entrevistas, de las nueve que concedió a lo largo de veinte años de su carrera al crítico David Sylvester.

De la octava entrevista (1982-1984)

Van Gogh habla de la necesidad de introducir cambios en la realidad que pueden ser mentiras más verdaderas que la verdad literal. Es el único medio que tiene el pintor para restituir la intensidad de la realidad que trata de captar. Creo que en el arte la realidad es algo profundamente artificial que ha de ser recreado.

Para pintar un retrato hay que encontrar una técnica que sea la adecuada para presentar todas las pulsiones de una persona

….

El pintor debe reinventar el realismo. Con su inventiva debe empujar el realismo en dirección del sistema nervioso, porque el realismo natural no existe ya en la pintura de hoy en día.

Se desea algo nuevo. No un realismo ilustrativo, sino un realismo de la  invención real de una nueva forma de encerrar la realidad en algo completamente arbitrario.

Francis Bacon. Tríptico. 1983. Galería Marlborough.

Francis Bacon. Tríptico. 1983. Galería Marlborough.

Francis Bacon. Tríptico. 1983. Galería Marlborough.

Francis Bacon. Tríptico. 1983. Galería Marlborough.

Francis Bacon. Tres estudios para una crucifixión. Detalle. Tríptico 1962. Guggengehim Museum N.Y.

Francis Bacon. Tres estudios para una crucifixión. Detalle. Tríptico 1962. Guggengehim Museum N.Y.

Francis Bacon. Estudio de cuerpo humano. 1949. National Gallery of Victoria, Melbourne.

Francis Bacon. Estudio de cuerpo humano. 1949. National Gallery of Victoria, Melbourne.

Francis Bacon. Tres figuras en la cama. Tríptico 1972. Panel central Colección particular.

Francis Bacon. Tres figuras en la cama. Tríptico 1972. Panel central. Colección particular.

De la novena entrevista (1984.1986)

Me siento en casa dentro del caos, porque el caos me sugiere imágenes. En todo caso, adoro vivir en el caos. Si necesitase partir, irme a un nuevo lugar, en una semana ese sitio se habría convertido en un caos. Me gusta que los objetos estén limpios, no me gustan los platos ni las cosas grasientas, sucias, pero me gusta la atmósfera caótica.

….

La mayoría de las gentes quieren retratos halagadores. Ocurre algo extraño a propósito de los retratos: se trata de gente que tienen una idea preconcebida de a qué se parecen o a lo que quisieran parecerse. Si (al retratarles) te apartas de eso, no les gusta. Y, por añadidura, me gusta retratar a gentes que me gustan, que me gustan como personas, que tienen una apariencia que me gusta. Me sería muy difícil pintar a gente que no me gusta. Creo que podría sacar su caricatura, más caricaturescas incluso de lo que tengo por costumbre.

Francis Bacon. Estudio de retrato. 1949. Museo de Arte Contemporaneo. Chicago.

Francis Bacon. Estudio de retrato. 1949. Museo de Arte Contemporáneo. Chicago.

Hace falta encontrar temas que te absorban lo suficiente como para que trates de llevarlos a buen término. Pienso que la falta de tema te hace caer automáticamente en la decoración, porque te falta ese tema que te roe interiormente tratando de salir a la superficie, y que el arte más grande te devuelve siempre a la vulnerabilidad de la condición humana.

Francis Bacon.  Autorretrato. Detalle. Coleccin particular.

Francis Bacon. Autorretrato. Detalle. Colección particular.

Francis Bacon. Autorretrato 1969. Coleccion particular.

Francis Bacon. Autorretrato 1969. Colección particular.

Francis Bacon. Estudio de Inocencio X segun Velazquez. Detalle. 1953. Des Moines Art Center.

Francis Bacon. Estudio de Inocencio X según Velázquez. Detalle. 1953. Des Moines Art Center.

Postrimerías

Sylvester: ¿No piensa que cualquier cristiano creyente que supiese que va a ser condenado no preferiría carecer de un alma inmortal en vez de vivir un tormento eterno?

Bacon: No, no lo creo. Pienso que la gente está tan atada a su ego que prefiere el tormento eterno  a la simple vuelta a la nada.

Sylvester: ¿Preferiría el tormento?

Bacon: Sí, lo preferiría, porque si estuviese en el infierno, siempre pensaría tener una oportunidad de evasión. Estaría siempre seguro de ser capaz de escaparme.

David Sylvester, Entretiens avec Francis Bacon, introduction de Michel Leiris, Paris, Skira, 1995

(la versión al castellano es mía)

Francis Bacon. Figura en movimiento. 1985. Coleecion particular.

Francis Bacon. Figura en movimiento. 1985. Colección particular.



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