Han sido unos días en Skagen, una comuna de Dinamarca, asentada sobre una península de dunas que bañan las aguas del Skagerrak al Oeste y el Kattegat al Este. Es un lugar de inmemorial tradición pesquera en la que se jugaban la vida los tripulantes de sus barcos y lanchas.
Mas hoy, aunque siga habiendo una actividad pesquera notable, es un lugar de peregrinaje turístico, por un lado a causa de sus paisajes y sus playas de arena fina
y, por otro, por haber sido la sede de los pintores de Skagen, de los que un museo y dos casas-museo guardan sus obras.
Skagen ocupa la punta norte de Dinamarca, especie de pico de gaviota de Jutlandia que apunta hacia Gotemburgo en la Costa Oeste de Suecia, de donde se llega con el ferry en tres horas y media a Fredrikshavn y 42 kilómetros al norte a nuestro destino.
Para completar los datos geográficos, añadamos un plano del lugar tal como era ya en la Edad Media, un puerto pesquero próspero y una enclave comercial para los navegantes de Holanda y Alemania.
Pero sus habitantes cometieron el error de ir talando los árboles y arbustos que fijaban la arena. El resultado fue que, transportadas por los fuertes vientos de la zona las dunas sepultaron la iglesia, que a la derecha del plano de arriba vemos con el número 1. De tal manera que la demolieron entera en el siglo XVIII, dejando a la torre emergiendo entre arenas, hoy destino turístico antes de llegar al pueblo por la nacional 40.
Volviendo a las dos orillas de Skagen, sirve señalar que ofrecen dos planes de excursión algo diferentes.
Al Oeste frente al Skagerrak
Largos paseos y zambullidas en el mar de las playas solitarias de la costa occidental.
Una orilla bordeada de altas dunas que protege de los vientos a Højen o Gammel Skagen («Viejo Skagen»), antiguo poblado de pescadores hoy parte de la municipalidad de Skagen.
Puestas de sol espectaculares.
Crepúsculos lunares.
Al Este frente al Kattegat
El peregrinaje de quienes desean llegar hasta la punta de Grenen, extremo norte de Dinamarca, por la costa oriental es uno de los distintivos de esta orilla. Hay quienes se bañan también en este lado, cuyas orillas marcan cada día las pisadas de miles de turistas en la temporada veraniega.
Las focas al parecer se muestran con más frecuencia por esta parte y hay restaurantes en el faro y cerca de los bunkers que construyeron los invasores alemanes durante dos guerras mundiales.
El principal aliciente reside en que por esta ribera se accede mejor y más rápido a esa lengua de arena en la que se entremezclan las olas de los estrechos del Kattegat, por donde fluyen las aguas del Báltico entre Suecia y Dinamarca, que llegan desde el extremo sur de Escania, con las del Skagerrak que separa Dinamarca del sur de Noruega. A esa punta se llega incluso con un servicio de trenes oruga tirados por un tractor.
Aunque hoy el horizonte que pintaron los artistas de Skagen lo surcan naves que ellos no podían imaginar.
Algunas de estas van y vienen probablemente con el preciado gas noruego que aspira a sustituir al ruso.
Notas
La estrella de mar de la primera foto es una de las muchas de reducido tamaño que hemos encontrado, ya secas, sobre las arenas de una playa occidental de Skagen, varadas por algún temporal que las arrancó de una escollera cercana.
Las fotos de cuadros de los pintores de Skagen las tomé yo mismo durante mi visita a los museos.
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