En mi reciente visita a Madrid pude visitar la exposición del Museo del Prado dedicada a Bartolomé Bermejo y su entorno. He estado leyendo el catálogo de la muestra, que, junto a cualificados análisis de la obra, sin embargo no facilita una tabla cronológica que situe en su tiempo al artista y sus obras (por lo que, al final de la entrada, me he permitido elaborar unas efemérides simplificadas).
Aún siendo cierto, como dejó escrito Elías Tormo en 1926, que “no sabemos casi nada” del pintor, todos convienen en que Bartolomé de Cárdenas era natural de Córdoba y converso (del judaísmo al cristianismo), así como en que su esposa, Gracia de Palaciano, también conversa, fue condenada por judaizar. En su proceso, en la Seo de Zaragoza el 24 de setiembre de 1486 una de los argumentos de la Inquisición para demostrar la falsedad de sus creencias cristianas fue “la prueba del Credo” (en latín) del que sólo pudo recitar hasta la segunda línea. Además se le acusó de practicar “ceremonias judaycas”. Condenada a penitenciarse y a reconciliarse con la fe, tuvo que asistir al proceso coronada con una coroza, aquel capirote humillante cubierto de escritos que pregonaban su herejía (Cfr.: Ibáñez Fernández, Javier, Catálogo, pág. 99).
Ese proceso se incoó cuando el clima contra los conversos en Zaragoza era particularmente agresivo, tras el asesinato de un inquisidor el 13 de setiembre de 1485, que la población enardecida les endosaba.
Tras los acontecimientos humillantes y lesivos de Zaragoza (no olvidemos que ser penitenciado incluía también ser estrujado economicamente), oportuno fue el amparo que le brindó el erudito arcediano Lluis Desplà (1444 – 1524) que era alguien de armas tomar y tolerante, tanto que se permitió oponerse (sin éxito) al establecimiento del Santo Oficio en Barcelona. Si nos atenemos a los datos del catálogo de la exposición del Prado, Bermejo terminó y firmó la “Piedad Desplà” en Barcelona en abril de 1490, obra que le encargó aquel canónigo que se distinguió por defender la independencia eclesiástica y como mecenas de artistas (Cfr: Molina Figueras, Joan, ibidem, pág. 206).
El pintor le demostraba su agradecimiento coronandole con la aureola de los santos.
Pero, como en casi todos sus cuadros y cuando convenía a la temática, las expresiones estereotipadas de la pena eran su especialidad.
Con labios en forma de media luna (Detalles del Cristo de la Piedad, Museo del Castillo de Perelada)
Sin que falten expresiones de sorpresa incluso en los trances más graves
o de compunción (Santo Domingo de Silos acogido por Fernando I de Castilla. Detalle. Museo del Prado)
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Los personajes mitrados me parecen inquietantes (Santo Domingo de Silos. Detalle. Museo del Prado)
o poseídos por no sé qué pensamientos (Santo obispo, ¿San Benito de Nursia?, The Art Institute of Chicago)
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Más variadas son las expresiones de los próceres (Muerte de Santo Domingo, Colección particular) que denotan la capacidad de observación del artista, quien, judío converso, tuvo que moverse en la vida y en su profesión de forma precavida, sabiendo leer los rostros e interpretar las actitudes de favor o de suspicacia
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De algunos de esos aquí retratados no me fiaría yo, y mucho menos de éste (San Miguel triunfante sobre el demonio, National Gallery, Londres)
Frente a él, hasta el demonio produce tierna compasión
Hay una Virgen protectora que presenta unos rasgos ausentes y totémicos (Virgen de la Misericordia, Grand Rapids Art Museum, Michigan)
alejados de la dulzura de otras fisionomías femeninas que el artista pintó en estado de gracia y siguiendo modelos del gótico internacional (Santa Engracia, Boston, Isabella Stewart Gardner Museum)
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Todos los cristos de sus obras se asemejan, no sólo a sí mismos sino también al primo hermano, Juan Bautista.
En algunas de sus tablas, como en la de la visita (ya sin dolores pero algo fatigado) de Cristo al Limbo
o en la del Resucitado que guía a los justos al Paraíso, hay no sólo tranquilidad sino incluso ensoñación en los rostros de Jesús.
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Los niños, esos le salieron ojerosos y arrugados (Detalle de La Virgen de la leche, Museo de Bellas Artes, Valencia), aunque este Jesús en trance de mamar no carece de viveza, sin que sepamos bien que es lo que le distrae
Las cabezas infantiles se superponen al tórax hasta posiciones imposibles. ¿Son de la misma mano que el resto del cuadro? (Tríptico de la Virgen de Montserrat, Catedral de Acqui Terme, Alessandria, Piamonte)
De todos modos, quizás por ello resulten enternecedores.
Lo son también esos guerreros dormilones acorazados a la turca, pero pesadamente inofensivos. No resulta extraño que con tanta impedimenta encima se hayan quedado roques (Resurrección, Detalle, Museo de Arte de Cataluña)
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Virtuosismo y aspectos subliminales
Es sabido que el bueno de Baltasar de Cárdenas tuvo que ganarse los encargos, recurriendo a los talleres de otros pintores para sortear las dificultades derivadas de su handicap de converso. Se ganó la fama a pulso por su dominio de la pintura al óleo, que si no llegó a igualar el nivel de las fisionomías de los primitivos flamencos, en los que se inspiró, sí estuvo al mismo nivel en el virtuosismo y realismo de los detalles en vestimentas, armaduras, arquitecturas y paisajes y también figuras humanas del fondo de sus obras.
Por lo que respecta a posibles mensajes subliminales (*), uno de los virtuosismos que en los comentarios de la exposición del Prado se destacan es el de las hábiles transparencias de los tejidos. Una que me ha llamado la atención, pero que los analistas del catálogo no mencionan, es la de esos inusuales tejidos que dejan ver el sexo masculino de Jesús y de algún personaje bíblico e incluso el de una de las mujeres del Limbo.
Destacaré tres ejemplos de penes explícitos (y circuncisos) en el “Cristo de la Piedad” en trance de deposición en el sepulcro,
en el Jesús del “Descenso al Limbo”
y en el patriarca veterotestamentario que en ese mismo cuadro aparece en primer plano.
Lo mismo se muestra claramente en el “Cristo entrando en el Paraíso” seguido de todos los justos del Antiguo Testamento que le precedieron, en el Cristo de la “Resurrección” y en el de la “Ascensión”, cuadros todos pintados durante la década de los 70.
En total, hasta seis representaciones de santos falos en los cuadros de la exposición del Prado. Para lo cual no encuentro parangón en ningún otro pintor ni español ni flamenco de la época.
¿Qué se puede pensar?
En la situación de acoso en que vivían los conversos de la época, cuando se espiaba cualquier señal de que mantuvieran creencias judías en secreto, no me extrañaría que esta insistencia de Bartolomé de Cárdenas en representar el pene circunciso de Jesús y de personajes bíblicos venerados, encerrase una reivindicación subliminal, cuando precisamente el ser circunciso era una infamia y un signo de judaísmo.
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(*) La interpretación de los sentidos ocultos en la pintura medieval es un campo especial de la Historia del Arte. De mismo modo que hay una cabalística judía (búsqueda de los sentidos ocultos del Pentateuco), hay, si podemos hablar así, una “cabalística cristiana” que versa sobre los sentidos enigmáticos del Nuevo Testamento y de la Hagiografía (vidas de los santos).
Bartolomé Bermejo sembró su obra de pistas más o menos subliminales que dan materia para la cavilación y la interpretación. Se basa en una larga tradición cristiana (que incluye también aspectos de la Biblia que vienen de la cabalística judía) tanto en la pintura como en los códices miniados. Pienso que, de algún modo, los vastos conocimientos que demuestra tener en esta materia se cimentan sobre el acervo de la cultura bíblica y cabalística de los judeoconversos, pero lo que impresiona más es su extensa cultura teólogica y hagiográfica cristiana, aprendida al hilo de su trayectoria artística. Hay datos que demuestran también que se asesoraba cuidadosamente antes de ejecutar los encargos, para garantizar la riqueza simbólica y la ortodoxia rigurosa de sus obras, en armonía con una larga tradición expresiva, cuyas polisemias no nos es, hoy en día, fácil de interpretar.
En este sentido, si se dispone de tiempo, vale la pena leer (síntesis y posibilidad de descargarlos en su totalidad) los estudios de Francesc Ruiz i Quesada “La alteridad velada, o la mirada del alma, en Bartolomé Bermejo” y “La incidencia de las fuentes escritas en la iconografía del retablo de Santo Domingo de Silos, de Bartolomé Bermejo”.
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Efemérides significativas y cronología de las obras
de Bartolomé de Cárdenas (alias Bermejo)
(elaboración propia)
8 de junio de 1391 | Pogromo en Córdoba: matanza generalizada, destrucción de la judería y conversiones forzosas de judíos cordobeses. |
1412 | Las leyes de Ayllón en Castilla: rígida separación de los judíos en barrios cerrados, vestimenta, signos externos, etc. Prohibición de oficios provechosos o prestigiosos |
Hacia 1440 | Nacimiento de Bartolomé de Cárdenas en Córdoba en una familia de conversos. |
Fechas inciertas | Probable estancia y aprendizaje de nuevas técnicas pictóricas en Flandes, o bien aprende esas técnicas a través de tablas llegadas de los Países Bajos |
¿En Valencia? |
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1465- 70 | “La Virgen de la leche” |
1465-75 | “Cristo de la Piedad” (Deposición en el sepulcro) |
1468 | “San Miguel triunfante sobre el demonio” |
1468-72 | “Muerte y asunción de la Virgen” |
1470 | “San Juan Bautista en el desierto” |
En Daroca (1474-77) |
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1470-80 | “Descenso de Cristo al limbo”, “Entrada de Cristo en el Paraiso”, “Resurrección”, “Ascensión”. |
1472-77 | “Retablo de Santa Engracia” (Sta.Engracia, Arresto, Encarcelamiento, Flagelación, Crucifixión y Resurrección de Cristo (con santos varios). |
1474-79 | Retablo de” Santo Domingo de Silos” pintado con Martín Bernat. El santo entronizado, Acogido por Fernando I, Muerte del santo) |
En Zaragoza |
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1477 | Países Bajos: comienzo del dominio de los Habsburgo |
1477-1483 | Pintado con Martin Bernat: “San Damián” |
Pintados con un colaborador: “Adoración de los Magos”. “Santa Faz” | |
1477-85 | “Santo obispo” |
1478 – 1483 | Se constituye la Inquisición en las principales ciudades españolas |
1479-1484 | Retablo de “la Virgen de la Misericordia” pintado con Martín Bernat (La Virgen, Milagro de la nieve, San Vicente y San Lorenzo, San Juan Bautista y San Juan Evangelista”) |
1485(15 setiembre) | Asesinato del inquisidor Pedro de Arbués en Zaragoza. Se multiplican los procesos contra los conversos, barriéndolos de la administración aragonesa. |
1486 | Proceso y condena por prácticas judaizantes de la mujer del pintor por la Inquisición |
En Valencia |
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1483-89 | En colaboración con el taller de los Osona: “Tríptico de la Virgen de Montserrat”.
Rostro y posición del donante a la manera flamenca, casi igual al donante del San Miguel de 1468 |
En Barcelona |
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1490 | “Piedad Desplà” |
1495 | La vidriera de “Noli me tangere” |
1492 (31 de marzo) | Los Reyes Católicos decretan la expulsión de los reinos de Castilla y Aragón de todos los judíos, dándoles de plazo hasta el 31 de julio |
Hacia 1501 | Fallece Bartolomé Bermejo |